- Julián García y Javier Teijeiro Arqueólogo y Arquitecto
- Son los responsables de un estudio que critica duramente la primera fase del proyecto de rehabilitación de este monumento
«Eliminar elementos como la sillería almohade tapándolos con enfoscado es una locura»
Se conocieron en una conferencia y tenían mucho en común porque ambos habían escrito libros sobre la misma materia: la fortificación abaluartada de Badajoz. Eso sí, cada uno en su materia, ya que Julián García es arqueólogo y Javier Teijeiro, arquitecto. Ambos creen que son disciplinas que deben trabajar juntas y por eso se unieron para ayudar a la Plataforma por la Rehabilitación Integral de la Alcazaba. Hace unos meses, tuvieron acceso al proyecto de la primera fase de las obras que van a ejecutarse en el monumento almohade y tras un amplio estudio, sus conclusiones son muy críticas. Creen que una intervención de este tipo sería un despropósito que provocaría la pérdida irremediable de los elementos más valiosos de la Alcazaba.
-¿Cómo se sienten al ver la Alcazaba sin rehabilitar?
-JAVIER TEIJEIRO: Pues muy triste, pero no sólo la Alcazaba está abandonada, también la fortificación abaluartada, todo el tejido histórico del Casco Antiguo que nos lo hemos cargado... Se sigue echando todavía dinero en muchas tonterías cuando tenemos un fuerte de San Cristóbal ahí que se cae. Nadie tiene criterio y se improvisa sin hacer estudios serios.
-Siempre se dice que es la Alcazaba más importante de España...
-JULIÁN GARCÍA: Lo es, pero para mí lo importante es que se trata de la Alcazaba de Badajoz, lo demás es secundario. Es un valor sentimental, más que monumental.
-Como arqueólogo, ¿cuál es el mayor error de los que ha denunciado en la primera fase de la rehabilitación?
-JG: (Se lo piensa) Es difícil de decidir, pero lo más serio es la eliminación de elementos sin hacer un estudio previo, como la sillería almohade que va enfoscada, es decir, la tapan. Me parece una locura y se lo parece a cualquiera que tenga un poco de sensibilidad por el monumento, que tenga un poco de apego y cariño a algo que es un emblema para Badajoz.
-Si se enfosca, es irrecuperable.
-JG: Me temo que sí.
-En general, ¿cómo valoran el proyecto de rehabilitación?
-JT: El proyecto que han hecho estos dos arquitectos para la Consejería de Cultura se basa en tres partes importantes que nosotros echamos por tierra en nuestro informe. La primera es el tratamiento de todo el adarve de muralla comprendido entre la Puerta de Carros y el Alpéndiz. Se trata de una manera uniforme con planchas prefabricadas de hormigón de 60x120 y barandilla de acero, quiere decir que se va a perder toda la información que ofrece ese adarve en este momento, porque tiene hasta restos, presumiblemente islámicos, que se van a perder si no se hace un estudio antes. El segundo punto es toda una serie de obras de nueva planta para hacer accesible la puerta de la Coracha, se va a hacer una plataforma debajo de nueva planta de hormigón ejecutado in situ de tono blanco, con dos grandes escalinatas. Estas dos obras van a costar un dineral y agreden desde el punto de vista estético al monumento. Y en tercer lugar, el ponerle el preservativo a todo el lienzo comprendido entre la puerta de Carros y el Alpéndiz enfoscándolo todo, es decir, tapándolo.
-En lugar de ese proyecto, ¿qué proponen ustedes?
-JT: En nuestro informe decimos que esos tres millones de euros se deben plantear desde la sostenibilidad y en vez de a ejecución de mortero, enfoscado de tantos metros de lienzo y toda la construcción de obras de nueva planta, nuestro criterio es que la actuación debe ser más sostenible y austera. Hay que echar ese dinero en otras cosas, no en obras de nueva planta, sino dedicarse a tres conceptos fundamentales en esta Alcazaba: restauración, consolidación y rehabilitación.
-¿Creen que la Plataforma podrá parar el proyecto?
JT: La Plataforma son personas que no cobran por este trabajo y defienden muy bien la Alcazaba. La experiencia, sin embargo, me ha demostrado que a la ciudad de Badajoz los que más mal la han querido han sido los políticos. Nosotros exigimos que se replantee el proyecto y la Plataforma se emplea en que así sea, pero estamos en una sociedad en la que los políticos no cuentan con los colectivos ciudadanos. Hay un dinero, la obra está a punto de adjudicarse y yo no tengo esperanza.
-JG: Sin lugar a dudas, un arqueólogo lo impediría. Si hubiese uno en el proyecto, no lo apoyaría.
-¿Qué aconsejan al Ayuntamiento ahora que está haciendo el proyecto de la segunda y tercera fase?
JG: Que respeten la ley y ya está. Cuando hagan un informe, que lo haga un equipo multidisciplinar y que se comuniquen. No que cada uno haga su trabajo por separado y que al final no haya un proyecto de rehabilitación integral sino varios proyectos inconexos.
JT: Mi mayor consejo es que se encarguen estudios científicos serios a un laboratorio de arqueología y arquitectura especializado antes de abordar un proyecto.